El caso de una joven muy especial
Hoy quiero hablarte de Melina una joven de 18 años que
tiene Síndrome de Seckel. ¿ Tu me dirás, o te estarás preguntando que es el
Síndrome de Seckel?
En 1960 Seckel
realizó una investigación que lo condujo a descubrir y describir las
características del Síndrome. Se presentaba como un desorden recesivo autosomal
o sea, una alteración en los genes recesivos, no así en los genes dominantes.
Dicha enfermedad se produce solo en individuos homocigotos, se necesita que
tanto el padre como la madre posean un desorden en su gen recesivo que al
unirse surge una doble dosis de genes.
A partir de las
investigaciones del síndrome realizadas por Seckel, le siguieron otros
científicos, sobre todo en genética que profundizaron y continuaron los
estudios sobre esta enfermedad. Aun así es muy escasa la información sobre el
mismo.
Podemos decir que:
-
El síndrome afecta tanto a hombres como a mujeres.
-
En la mayoría de los casos las personas afectadas
tienen padres sanos.
-
Una pareja sana pero portadora de los genes tiene
un 25% de probabilidad de tener un hijo
afectado del síndrome en cada embarazo.
-
Cuanto mayor sea la consaguinidad entre los padres
afectados mayor será la probabilidad de tener un hijo con este síndrome.
-
Cuando solamente uno de los progenitores posee esta
alteración en los genes recesivos, la
acción aparece enmascarada por el alelo normal, de ahí que estos genes no se
expresen en todas las generaciones.
Dentro de las características de las
personas afectadas se pueden mencionar:
Microcefalia severa, retraso mental profundo, edad
corporal retardada, baja estatura, cara pequeña, ausencia de costillas (tienen
solamente once pares), orejas displásticas pequeñas, en algunos casos con
ausencia del lóbulo, anormalidad en la dentadura, ojos sobresalientes y
asimetría facial.
Debido a las
características que presenta el mismo, sería muy limitado un abordaje que
busque el logro de conductas automáticas, mecánicas, o que parta de simples
técnicas o ejercicios, cuya base de partida para la atención sea el síndrome
del niño y no el niño mismo. Es por ello que con Melina trabajamos desde el
abordaje holistico. Pensamos que es un
abordaje superador ya que considera a la persona en su totalidad, siendo
por lo tanto imposible desconocerla por más que presente algún tipo de
incapacidad, ya que la misma no nos indica que deja de ser persona.
Melina es la
segunda hija de una familia constituida por el padre, por la madre, y cuatro hijos. Tanto su hermana mayor, como sus
hermanos menores, no presentaron ninguna manifestación del síndrome a pesar del
compromiso genético que poseen.
Durante la gestación de Melina no se manifestó
ningún síntoma que pudiera revelar su estado. Ciertas complicaciones llevaron a
su madre a permanecer en reposo durante los dos últimos meses del embarazo, sin
embargo, el mismo culminó con un nacimiento por vía natural.
Al nacer no se alimentó normalmente,
seguramente porque no poseía el reflejo de succión y porque tal como informó su
madre no recibía la cantidad de leche necesaria. Lo cierto es que alrededor de
los cuarenta días, este hecho, llevó a que fuese internada en terapia
intensiva, ya que presentaba una severa anemia. Por su parte, la madre inició
una serie de consultas y cambios de médicos que con el tiempo fueron revelando la importancia del cuadro.
A los ocho meses, comenzó con rehabilitación
fisioterapéutica, presentando bajo peso, hipotonía y una contextura de cuerpo
pequeña.
Dentro de sus limitaciones, recién
a los dos años logró el equilibrio pudiendo sentarse con la ayuda de aparatos
colocados en sus piernas (férula).
A los cuatro años logró pararse con ayuda; en casa la estimulaban permanentemente con
objetos realizados especialmente para ella (silla con apoya brazos y sostén
entre las piernas para que no se resbale, andador, triciclo, etc.)
Melina recibió continua atención médica, donde le
realizaron diferentes estudios. Su médico neurólogo cuidó que tanto los
remedios como las vacunas incluidas en el tratamiento no le ocasionaran
convulsiones que alterasen su sistema nervioso. En un principio los padres
tenían la esperanza de una mayor evolución y progresos más inmediatos, sin
llegar a percibir lo profundo de su afección. Pese a no recibir información
suficiente por parte de los profesionales consultaron a psicomotricistas,
psicopedagogos, neurólogos, pediatras, fisioterapeutas y psicólogos.
Si bien continuaron las rehabilitaciones, recién a los ocho años pudo comenzar a
caminar no teniendo la estabilidad necesaria para mantenerse en pie. Hoy en día
puede caminar con cierta estabilidad y con ayuda externa pero prefiere
desplazarse generalmente apoyando la cola en el suelo y ayudándose con las
manos.
Con 18 años, no se alimenta sola, tiene siempre un
adulto a su lado, usa pañales, tiene su período mensualmente y en ocasiones
tiene convulsiones.
Es una niña
tierna, dulce y no presenta agresividad.
Frente a la
discapacidad, el entorno familiar intenta permanentemente que obtenga ciertos logros en su persona, aceptándola
con sus limitaciones y buscando continuamente estimularla y comunicarse con
ella. A su vez el entorno familiar como el entorno de amigos buscan contener a
sus padres y a sus hermanos, ayudándoles en lo posible a tener una vida en armonía.
La mamá y
el papá conscientes de la problemática de su hija, y a además, conociendo
algunas características del síndrome reconocen que el progreso de la niña es
limitado. No obstante este hecho,
propio del síndrome, sus padres se
preocupan de que esté atendida por
diversos profesionales.
Un caso como el de Melina nos lleva a reflexionar sobre
la importancia de la contención de la familia para que al ser incluida en el
trabajo pueda transitar con su hija el lento proceso de maduración.
Si tu
conoces alguna persona que presenta este Síndrome haznos llegar los datos para
que podamos comunicarnos, queremos formar una red de contención familiar.
Piensa que cuanto mayor sea el conocimiento que tengamos mejor será la calidad
de vida que podamos ofrecerles a todos aquellos que padecen este Síndrome y
mayor el acompañamiento a las familias en este doloroso trance.
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